Alisados De Keratina: ¿Qué Contienen Realmente y Cómo Pueden Afectar La Salud?
Los tratamientos de keratina, especialmente el famoso alisado brasileño, se han hecho muy populares porque dejan el cabello liso, brillante y manejable durante semanas o incluso meses. Suena perfecto, pero detrás de ese resultado estético hay riesgos para la salud que no siempre se explican claramente.
Aunque el nombre sugiera que el secreto es la keratina, la realidad es distinta. La proteína solo cumple una función secundaria: rellena pequeños huecos en el cabello y mejora su apariencia. El verdadero efecto alisador lo logran químicos muy potentes como el formaldehído y el ácido glioxílico, que a veces se combinan en la misma fórmula.
Formaldehído: eficaz pero riesgoso
El formaldehído, también conocido como formol, se usa porque al calentarse fija enlaces químicos que mantienen el cabello liso. Sin embargo, al aplicarlo con plancha se liberan vapores tóxicos que pueden irritar ojos, piel y vías respiratorias, causar mareos o dolor de cabeza, y con exposiciones repetidas incluso aumentar el riesgo de cáncer. Profesionales que aplican estos productos frecuentemente están especialmente expuestos.
Ácido glioxílico: la alternativa “segura” que no lo es tanto
Debido a la regulación del formaldehído, muchas marcas comenzaron a usar ácido glioxílico. Al calentarse también alisa el cabello, aunque el efecto suele durar menos. El problema es que, dentro del cuerpo, este químico se transforma en oxalato, que puede acumularse en los riñones y, en algunos casos reportados, causar lesión renal aguda o insuficiencia renal.
El alisado brasileño ha generado preocupación desde hace más de una década. Desde 2010, estudios muestran que incluso productos “sin formol” pueden liberar formaldehído al calentarse. Agencias como la FDA y OSHA en EE. UU. han emitido advertencias, y en 2024 la ANSES en Francia alertó sobre el riesgo de daño renal por ácido glioxílico.
La combinación peligrosa
Algunos productos mezclan ácido glioxílico con compuestos que liberan formaldehído para lograr un alisado más duradero. Aunque prometan ser “sin formol”, esto expone a los usuarios y a los profesionales a dos químicos dañinos al mismo tiempo, aumentando la probabilidad de efectos adversos tanto locales (irritación, alergias, caída del cabello) como sistémicos (daño renal, hepático o respiratorio).
¿Cómo afectan estos químicos al cuerpo?
Inhalación: los vapores entran a los pulmones, causando irritación y llegando a la sangre.
Piel: el cuero cabelludo puede absorber pequeñas cantidades.
Metabolismo: el hígado procesa estos compuestos.
Eliminación: el riñón filtra los metabolitos, quedando expuesto a toxinas como el oxalato.
Los efectos pueden ir desde molestias pasajeras —ojos llorosos, irritación de garganta, tos o leve dolor de cabeza— hasta lesiones más serias en exposiciones repetidas o concentraciones elevadas.
La clave: informarse y elegir bien
El atractivo de un cabello liso y brillante no debería ocultar los riesgos. El formaldehído y el ácido glioxílico representan una amenaza real para la salud, sobre todo para quienes se someten a estos tratamientos con frecuencia o los aplican a otras personas.
La mejor forma de proteger tu salud y tu cabello es elegir alternativas libres de químicos agresivos, con respaldo de seguridad y bien reguladas. De esta manera, puedes lucir un cabello bonito sin poner en riesgo tu bienestar a largo plazo.
Referencias:

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